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El fiscal general de Texas, Ken Paxton, comenzó una investigación al Departamento de Policía de Dallas, tras afirmar que la ciudad no estaría cumpliendo con las leyes federales y estatales relacionadas con la inmigración.
Paxton pidió a la ciudad los registros que documentan la negativa de la policía a colaborar con las autoridades federales en la detención de inmigrantes.
En respuesta a lo mencionado, el jefe interino del Departamento de Policía de Dallas, Michael Igo, afirmó que “el Departamento de Policía de Dallas no está asistiendo a ninguna agencia federal en la detención de personas, ya sean documentadas o no”.
Dicha postura ha causado preocupación ante la posibilidad de que Dallas pueda estar violando la ley estatal, que prohíbe las políticas de “ciudad santuario” que limitan la aplicación de leyes migratorias.