
Después de un fin de semana durante el que se registró una mayor afluencia al recinto de lo habitual, ya está todo listo para que den comienzo los actos conmemorativos, presididos en esta ocasión por el patriarca latino de Jerusalén, Fuad Twal.
Más de un centenar de grupos de peregrinos anunciaron su participación en esta edición -la mayoría procedentes de Portugal, Italia, Alemania y Polonia-, a los que se sumarán quienes acudan a Fátima de forma particular.
La procesión de las velas, que tendrá lugar esta noche, y la misa y la procesión del adiós, mañana por la mañana, serán los momentos estelares de estas jornadas.
En declaraciones a los periodistas, Fuad Twal anticipó que en esta peregrinación hará un llamamiento “a los cristianos de todo el mundo a sentirse responsables de la comunidad cristiana en Tierra Santa y por todo Oriente Medio, por su existencia y por su futuro”.
Según las previsiones de la organización, en torno a 35.000 peregrinos llegados a pie asistirán este año a los actos programados en recuerdo de la aparición mariana de 1917, según la religión católica.
En la llamada “Capilla de las Apariciones” se celebraron ya esta mañana eucaristías de una hora en diferentes idiomas (alemán, inglés, francés, español, holandés, italiano y polaco), mientras que en la Basílica de Nuestra Señora del Rosario de Fátima se oficiaron varias misas en portugués.
La señal de estas celebraciones litúrgicas está disponible a través de la página web del Santuario, lo que permite seguirlas desde cualquier punto del mundo.
Con motivo de la peregrinación, la Guardia Nacional Republicana (GNR) estableció un dispositivo con cerca de 150 agentes.
Además, en los caminos que llevan a Fátima -localidad situada en la zona centro del país, a 120 kilómetros al norte de Lisboa- existen 72 puestos para atender a los peregrinos, ocupados por más de un millar de voluntarios.
El culto a Fátima tiene su origen entre el 13 de mayo y el 13 de octubre de 1917, período durante el que tres niños portugueses -Lucía, Jacinta y Francisco- aseguraron que habían sido testigos de varias apariciones de la Virgen.
Los tres menores, que eran pastores de un rebaño, explicaron que la Virgen les hizo varias revelaciones en esos encuentros, que conforman la profecía de Fátima, dividida en tres partes.
La primera vaticinaba la muerte prematura de Jacinta y Francisco (que eran hermanos y primos de Lucía) y la segunda se refería al final de la I Guerra Mundial y al estallido de la II y predecía la conversión de Rusia y el fin del comunismo.
La tercera fue desvelada en el año 2000 y, según el Vaticano, se refería al atentado que sufrió Juan Pablo II en 1981 y a la lucha del comunismo ateo contra la Iglesia.
En ésta última se predecía el asesinato de un “obispo vestido de blanco” mientras atravesaba una gran ciudad, en lo que la Iglesia considera una profecía del atentado sufrido por Juan Pablo II en 1981, tiroteado por el terrorista turco Ali Agca.
Las profecías de Fátima siguen generando polémicas
«Los tres misterios de Fátima» es el nombre usado para referirse a tres secretos que, según la tradición católica, la Virgen de Fátima habría confiado a tres pastores portugueses.
En octubre de 1917, tres jóvenes pastores portugueses, Lucía dos Santos y sus primos Jacinta y Francisco Marto, proclamaron haber presenciado una aparición de la Virgen María. La visión de María es hoy popularmente descrita como Nuestra Señora de Fátima.
El 13 de mayo, la Virgen María confió tres secretos – en forma de profecías – a los jóvenes visionarios. Dos de los secretos se revelaron en 1941, en un documento escrito por Lucía para ayudar con la canonización de sus primos, mientras el tercero debía quedarse en secreto, aunque el Obispo de Leiria ordenara a Lucía ponerlo en escrito para presentarlo al Papa. Lucía escogió la fecha de 1960 para revelar el secreto, porque ella dijo pensar que “para entonces será más claramente entendido”. El texto del tercer secreto fue revelado por el papa Juan Pablo II, el 26 de junio del 2000.
Primera profecía:
“Nuestra Señora nos mostró un gran mar de fuego que pareció estar bajo la tierra. Hundido en este fuego estaban demonios y almas en la forma humana, como ascuas transparentes de ardor, todo bronce ennegrecidos o bruñidos, flotando cerca de la conflagración, ahora levantados en el aire por las llamas que saltaron de dentro de sí mismos junto con grandes nubes de humo, ahora recurriendo a cada lado parecidas a chispas en un fuego inmenso, sin el peso o el equilibrio, y entre chillidos y gemido de dolor y desesperación, que nos horrorizó y nos hizo temblar de temor. Los demonios podrían ser distinguidos por sus aterradoras y repulsivas formas semejantes a animales espantosos y desconocidos, todos negros y transparentes. Esta visión duró por un instante. Cómo pudimos jamás estar suficientemente agradecidos a nuestra Madre celestial amable, que ya nos había preparado prometiendo, en la primera Aparición, para tomarnos al cielo. De otro modo, yo pienso que habríamos muerto del temor y el terror”.
Segunda profecía
El segundo incluyó las instrucciones de María de cómo salvar las almas del Infierno y reconvertir el mundo a la cristiandad, este mensaje afirma que la URSS debía desaparecer y consagrarse al Corazón Inmaculado, erróneamente se atribuye a este mensaje la afirmación de que la URSS era un estado ateo, cuando en contraste era un estado secular en el que la mayoría de población, de hecho, era religiosa:
“Ustedes han visto el infierno donde las almas de los pobres pecadores van. Para salvarlos, Dios desea establecer en la devoción de mundo al Corazón Inmaculado. Si lo que digo a usted es hecho, muchas almas se salvarán y habrá la paz. La guerra terminará: pero si las personas no dejan de ofender a Dios, una peor estallará durante el Papado de Pío XI. Cuándo ustedes vean una noche iluminada por una luz desconocida, sepan que esto es el gran signo dado a ustedes por Dios que él está a punto de castigar al mundo por sus crímenes, por medio de la guerra, el hambre, y las persecuciones de la Iglesia y del santo Padre. Para prevenir esto, yo vendré a pedir la consagración de Rusia al Corazón Inmaculado, y a la Comunión de reparación en los Primeros sábados. Si se hacen caso de mis pedidos, Rusia se convertirá, y habrá la paz; si no, ella esparcirá sus errores a través del mundo, causando las guerras y las persecuciones de la Iglesia. El bueno será martirizado; el santo Padre tendrá mucho que sufrir; varias naciones serán aniquiladas. Al fin, el Corazón Inmaculado triunfará. El santo Padre consagrará Rusia a mí, y ella será convertida, y un período de paz será otorgado al mundo”.
Al respecto, El papa Juan Pablo II contó en 1980 que sus antecesores no revelaron el secreto “por no alentar el poder del mundo comunista a hacer ciertos movimientos”. Criticó a las personas que desearon conocer el misterio sólo por mera curiosidad y sensacionalismo. Tomando un rosario concluyó: “Aquí está el remedio contra este mal. Ore, ore, y no pida nada más.”
Tercera profecía
Debido a la larga demora para revelar el tercer misterio, existen numerosas y variadas teorías que han circulado en la Iglesia y fuera de ella. Algunas proclaman que habla de la guerra nuclear, la deposición del papa, el asesinato de un papa, o del reemplazo de un legítimo papa por un impostor.
Finalmente, durante una visita a Portugal para la beatificación de los videntes Francisco y Jacinta (Lucía estaba todavía viva), el papa Juan Pablo II anunció por medio de su Secretario de Estado, el cardenal Angelo Sodano, que había decidido hacer público el texto del Tercer Misterio. Unos pocos meses más tarde, el texto fue dado a conocer por el Vaticano, junto con una discusión del significado del texto.
“Después de las dos partes que ya he expuesto, hemos visto al lado izquierdo de Nuestra Señora un poco más en lo alto a un Ángel con una espada de fuego en la mano izquierda; centelleando emitía llamas que parecía iban a incendiar el mundo; pero se apagaban al contacto con el esplendor que Nuestra Señora irradiaba con su mano derecha dirigida hacia él; el Ángel señalando la tierra con su mano derecha, dijo con fuerte voz: ¡Penitencia, Penitencia, Penitencia! Y vimos en una inmensa luz qué es Dios: « algo semejante a como se ven las personas en un espejo cuando pasan ante él » a un Obispo vestido de Blanco « hemos tenido el presentimiento de que fuera el Santo Padre ». También a otros Obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas subir una montaña empinada, en cuya cumbre había una gran Cruz de maderos toscos como si fueran de alcornoque con la corteza; el Santo Padre, antes de llegar a ella, atravesó una gran ciudad en medio de ruinas y un poco tembloroso con paso vacilante, apesadumbrado de dolor y pena, rezando por las almas de los cadáveres que encontraba por el camino; llegado a la cima del monte, postrado de rodillas a los pies de la gran Cruz fue muerto por un grupo de soldados que le dispararon varios tiros de arma de fuego y flechas; y del mismo modo murieron unos tras otros los Obispos sacerdotes, religiosos y religiosas y diversas personas seglares, hombres y mujeres de diversas clases y posiciones. Bajo los dos brazos de la Cruz había dos Ángeles cada uno de ellos con una jarra de cristal en la mano, en las cuales recogían la sangre de los Mártires y regaban con ella las almas que se acercaban a Dios”.
La Iglesia Católica ha mantenido una postura prudente sobre estas profecías, muy en particular sobre los hipotéticos significados en torno a la tercera revelación.
· En 1984 el entonces cardenal Joseph Ratzinger (papa emérito Benedicto XVI) dijo que el Tercer Misterio pertenecía a “… los peligros que amenazan la fe y la vida del cristiano, y por lo tanto del mundo. Y entonces la importancia de los ‘novissimi’ (Novísimos).
· El obispo de Fátima, Cosme do Amaral, dijo en 1984: “Su contenido concierne sólo a nuestra fe. Para identificar el [Tercer] Misterio con anuncios catastróficos o con un holocausto nuclear deberá deformar el significado del mensaje. La pérdida de la fe de un continente es peor que la aniquilación de una nación; y es verdad que esa fe disminuye continuamente en Europa.”
· El cardenal Mario Ciappi, teólogo papal bajo Pablo VI y Juan Pablo II escribió: “En el Tercer Secreto se predice, entre otras cosas, que la gran apostasía en la Iglesia empezará en lo alto.”
· El 11 de mayo de 2010, Benedicto XVI dijo, al viajar en avión a Portugal para cumplir una visita pastoral, que los sufrimientos actuales de la Iglesia por los abusos sexuales contra niños cometidos por sacerdotes forman parte de los que anunció el Tercer secreto de Fátima.
Abraham Puche / El Venezolano / EFE / Foto: Archivo