
Ausonius, de 64 años, fue encontrado culpable por el tribunal de Fráncfort por el asesinato en febrero de 1992 en esta ciudad de Blanka Zmigrod, entonces de 68 años, una mujer judía que trabajaba en un guardarropa, sobreviviente de los campos de concentración.
El martes, la fiscalía pidió cadena perpetua por “asesinato agravado”, con un mínimo de 15 años de pena irreductible, una medida que finalmente el tribunal no retuvo este miércoles.
La defensa había insistido en la falta de pruebas y había pedido su liberación.
Ausonius cumple actualmente cadena perpetua en Suecia por disparar a una decena de personas en 1991 y 1992, utilizando para ello un rifle con visor láser.
Los ataques, centrados en personas de origen extranjero, dejaron un muerto y varios heridos graves. Según el autor de la matanza de Utøya, el noruego Anders Breivik, Ausonius fue una de sus fuentes de inspiración.
Mientras cumplía cadena perpetua en Suecia, Ausonius fue extraditado a finales del 2016 a Alemania para ser juzgado por el crimen de Fráncfort.
Blanka Zmigrod murió por un disparo en la cabeza, pero los investigadores no han podido esclarecer si realmente hubo una motivación antisemita en el asesinato.
El móvil del asesinato parece fútil: Ausonius estaba convencido de que la víctima le había robado su agenda electrónica que contenía los números de sus cuentas bancarias y quiso vengarse.
Se habían cruzado en el guardarropa de un hotel de Fráncfort donde ella trabajaba.
En el momento de recuperar su abrigo, él la acusó de haber sustraído su agenda electrónica de uno de los bolsillos, algo que la sexagenaria negó.
Entonces, la dirección del establecimiento le pidió a Ausonius que dejara el lugar, según el diario alemán Frankfurter Allgemeine Zeitung (FAZ).
EV Houston Newspaper / AFP / Foto: AP