
Para nadie es un secreto que el régimen castro-comunista ha encontrado una nueva forma de abastecerse de dólares, a través del aprovechamiento de profesionales de la salud en misiones internacionales de trabajo que le garantiza una gran tajada al régimen y casi ningún pago a los médicos
Resulta chocante que, en medio de la pandemia, los Castro buscan favorecerse con una de las prácticas que ha sido calificada como una forma encubierta de esclavitud, pues mientras los profesionales de la salud cobran un promedio de $60 al mes, el régimen realiza contratos millonarios con los gobiernos para seguir su sistema, que mantiene diezmada a la población cubana.
Hasta Panamá llegó la estrategia, y funcionarios del gobierno quisieron presentar como la gran solución la contratación de los médicos cubanos temporales. Como se sabe, Cuba se enorgullece de sus médicos y, actualmente la isla tendría 30 mil asistentes médicos en el exterior.
Organismos como la ONU y Human Right Watch (HRW) han pedido respeto a los derechos de los médicos y han manifestado que es una “esclavitud moderna”, ya que los convierten en testaferros del régimen comunista.
Por otro lado, también se cuestiona la doble misión de inteligencia que vienen a realizar, ya que tienen normas alienadas con el comunismo que tratan de seguir en los países a donde son asignados. Muchos de ellos, quizás los más inteligentes, escapan de las garras del régimen y se quedan en los países a donde son trasladados.
Los venezolanos damos fe, que los médicos cubanos no cuentan con los conocimientos ni el nivel educativo de los nacionales; son excusa para personificar una verdadera invasión extranjera en el país, así mismo para justificar que el petróleo venezolano se envíe diariamente a la isla, aún a costa de las mismas necesidades de los venezolanos, ya que el fin es mantener el sistema que ha servido de nefasta inspiración para la brisa socialista en la región.
María Lorena Salas
Adriana Rincón